Existen falsos mitos sobre alimentación que hacen que muchas veces no llevemos la dieta equilibrada que necesitamos. ¡Los desmontamos!
Marta Gámez, directora técnica de Grupo NC Salud, expone algunos de los casos de estos alimentos que son protagonistas de falsas creencias y habla de sus múltiples propiedades y beneficios.
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Plátano. Con unas 90 kilocalorías (calorías), el plátano es un saludable alimento que, como todas las frutas, debe incluirse en una alimentación variada. Su sabor dulce no debe confundirnos, ya que los azúcares que contienen se asimilan lentamente, lo cual proporciona un aporte de energíaideal y mantenido. Además, su contenido en magnesio lo convierten en un alimento indicado en deportistas. Los diabéticos pueden tomar plátano con normalidad, siempre en el contexto de una dieta variada y equilibrada.
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Queso. Se trata de un alimento con muchas versiones, variantes, nacionalidades, denominaciones de origen, etc. La mayoría de los quesos son alimentos con un aporte calórico considerable dado su contenido en grasas que suelen estar entre el 28%-38%. Además, se trata de una grasa saturada, cuyo consumo se asocia a un aumento de los niveles de colesterol LDL (malo). Sin embargo, el queso fresco (150 kcal por tarrina de 75g) y el requesón(76.5kcal por ración de 75g) son opciones saludables ya que su contenido en grasa ronda el 15% y el 4% respectivamente. Además, su aporte de proteínas de alto valor biológico y calcio, convierten al queso fresco y al requesón en dos opciones saludables de queso.
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Frutos secos. Cierto es que son alimentos con un aporte calórico considerable debido a su contenido en grasas. Sin embargo, los frutos secos son una fuente nada despreciable de proteínas vegetales y poseen grasas insaturadas que nos protegen contra enfermedades cardiovasculares como es el caso de las nueces, entre otros. Se trata de buscar la moderación en las cantidades y de incorporar los frutos secos en platos saludables como ensaladas, salteados, con yogur, etc. Las versiones crudas o tostadas son opciones más saludables que las que se comercializan fritas y saladas. Por ejemplo, una ración de 20g de frutos secos, nos aporta sólo unas 100-120 kcals y multitud de beneficios. De hecho, una de las características de la dieta mediterránea es que incluye frutos secos de forma habitual.
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Legumbres. Habichuelas, garbanzos, lentejas… Asociamos estos alimentos a platos tradicionales contundentes, calóricos y pesados. Sin embargo, las legumbres deben formar parte de nuestra alimentación, con una frecuencia de consumo de 3/semana. Las legumbres aportan sólo unas 240-260 kcal por ración de 70g, pero su contenido en fibra lo convierten en un alimento de gran efecto saciante y positivo para la salud intestinal. Además, suponen una de las principales fuentes de proteínas vegetales en la dieta. No aportan casi nada de grasa (1-3g de grasa/ración de 70g) y cero colesterol. El truco está en introducirlas en platos como ensalada (ensalada de alubias, de lentejas, de garbanzos,etc.) o guisarla con carnes como el pollo o el pavo, evitando el uso de embutidos de alto contenido en calorías, grasas y colesterol como chorizo, morcilla, tocino, etc. La soja también es una legumbre y consumirla es también una forma de beneficiarse de las propiedades de las legumbres.
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Salsas barbacoa y mostaza. Asociada a comida rápida y a grasientas carnes, lo cierto es que la salsa barbacoa ensalza nuestras comidas aportando de 6 a 7 veces menos calorías (70-180 kcal/100g) que otras salsas como por ejemplo la tradicional mayonesa (700-785 kcal/100g). Igualmente la mostaza aporta sólo unas 130 kcal/100g (puestos a elegir la mostaza tipo Dijon contiene menos azúcares que la mostaza convencional y es aún más recomendable). Una cucharada de 15 g mayonesa aporta unas 105 kcal, mientras que la misma cucharada de salsa barbacoa o mostaza aporta sólo entre 10-25 kcal.
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Melón. Considerada por muchos como una fruta prohibida en regímenes de adelgazamiento y en casos de diabetes, el melón contiene una altísima cantidad de agua (92%) y una cantidad de azúcar (6%) inferior a la de otras frutas; hecho que, unido a que apenas contiene grasa, hace del melón una de las frutas con menor contenido calórico. Una ración de melón de 300g aporta sólo 50-60 kcal. Por su gran cantidad de agua esta fruta estimula los riñones para que funcionen con más eficiencia, facilitando la eliminación de sustancias de desecho y toxinas, y mejorando la función renal. También está indicado en estados de deshidratación acompañados de pérdidas de minerales (diarreas, sudoración abundante y crisis febriles).
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Patata. Una patata mediana de 170g aporta sólo 125-135kcal, el 30-45% de las necesidades diarias de vitamina C y una buena cantidad de potasio, lo que la hacen un alimento recomendable contra la hipertensión. Para no multiplicar su aporte calórico y preservar sus aportes nutricionales, hay que consumirla al vapor, al horno o cocida. Así por ejemplo, las patatas chips aportan 538kcal por cada 100g, la patata al horno aporta 206kcal y la patata al horno aporta 75Kcal.
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Pan. Una rebanada de pan blanco aporta sólo 83 calorías. El pan es una alimento básico que debe incluirse en la dieta junto con otros alimentos que contribuyan al aporte de hidratos de carbono. Sí es importante tener en cuenta que la cantidad de hidratos de carbono que debemos consumir debe ser mayor o menor según la cantidad de actividad física que se realice cada día.