Perder peso no debe significar pasar hambre o privarse de comer. La clave es cambiar los hábitos de alimentación que no son saludables, a otros saludables y adecuados a tus necesidades y tu estilo de vida.
El primer paso es marcarse un objetivo. Para esto debemos ser realistas, tener en cuenta el peso ideal para que nuestro cuerpo funcione correcta y saludablemente.
Acompañando el objetivo, tenemos que tener en cuenta el motivo por el cual nos proponemos ponernos a dieta. Este motivo es el que nos ayudará a mantener la motivación y no desistir.
La pérdida de peso efectiva sólo se consigue si acompañamos la alimentación equilibrada, de actividad física y motivación. En definitiva, es necesario un cambio de estilo de vida. Adoptando hábitos saludables y también disfrutando de la alimentación.
En la actualidad es muy común escuchar de la falta de tiempo para el deporte o para la cocina, el fast food y la comida precocinada han pasado a ser parte de nuestro día a día y las actividades de ocio son cada vez más sedentarias.
Las personas que alcanzan su objetivo con éxito son aquellas que toman conciencia de la importancia de cambiar sus hábitos para mantener una vida y una alimentación saludable siempre (no sólo mientras hacen la dieta).